Como lo manifiesta Paul Steiner, Director General de Industrias Kapro: “En 3 años la compañía ha incrementado sus ventas en 250%. Nuestra rentabilidad ha aumentado considerablemente, nuestra marca es fuerte en el mercado y está asociada con la innovación, nuestros clientes nos aprecian y respetan, y un par de abogados especializados en patentes se han hecho mucho más ricos…”.

Como la mayoría de profesionales, muchos facilitadores de innovación desean cumplir sus sueños. Ellos sueñan con innovaciones tan radicales pero tan prácticas que pudieran transformar compañías. Ellos sueñan con ideas que no sólo rompan las fijaciones cognitivas de la marca con la que trabajan, sino también de toda la industria. Y ellos sueñan con productos muy sofisticados pero al mismo tiempo tan simples, que hacen que los espectadores se pregunten “¿cómo no se nos había ocurrido antes?” Desafortunadamente, este tipo de innovaciones son raras y bastante distantes, pero en nuestro trabajo con Kapro – que para ese entonces era una pequeña firma Israelí de fabricación de niveles – tuvimos la suerte de poder ayudarles a generar algunos de esos productos.